sábado, 2 de junio de 2012

Tema del día: La Frustración

Por ser la primera entrada, voy a hacer unas aclaraciones. Primero, el nombre del blog. Va a estar basado en opiniones y hechos que voy recopilando por la vida, la mayoría pavadas. Me gusta pensar que mis pensamientos son de lo más interesante, pero en verdad no lo son. La mayoría de la gente que va a leer esto va a decir "pero qué pavadas que dice este pibe, me largo de aquí". Y como nunca la mayoría de la gente va a estar satisfecha, voy a escribir lo que me parezca. El que se vea ofendido podrá hacer uso de la original función de salir eyectado de su asiento con solo hacer clic aquí.

Segundo, y más seriamente, voy a intentar, siempre que se pueda, aportar los datos y hechos que avalan lo que yo pienso. Odio los argumentos como "pecho frío" o "no entendés nada, gil".

Tercero, que el título de la entrada sea "Tema del día" no significa que voy a tener un tema todo los días. Lo más probable es que ni siquiera venga a chequear el blog todos los días.

Ahora, a lo que vinimos.

Todos experimentamos la frustración en algún momento, y lo más probable es que la crucemos repetidamente durante el tiempo que vivimos. Es algo que nos hace sentir que todo el esfuerzo que pusimos sobre algo fue en vano. Por lo general, cuando comenzamos una tarea, tenemos un plan para llevarla a cabo en pos del objetivo mayor. Le ponemos toda la buena onda, todo el empeño para que salga bien, porque en verdad nos es necesario que así sea. En definitiva, tenemos una necesidad.

Sobre estos objetivos tenemos puestos muchas expectativas e inquietudes, porque cuando los logremos vamos a llenar un pequeño espacio con felicidad. Nos creemos dueños de nuestros propios destinos.

Esta última oración me parece una gran mentira. Primero porque se puede argumentar que el destino no existe. Segundo porque no somos dueños de nada, ya que en nuestro camino nos encontramos con cientos de personas que van a tener sus propias necesidades, objetivos y esperanzas. Muchas veces todo esto va a conspirar en contra nuestra porque para algunos de ellos va a ser necesario competir o confrontar nuestros deseos, ya sea sin querer o queriendo (porque gente malintencionada hay en todos lados).

Y de ahí sale la frustración. Porque hicimos todo bien con buenas intenciones (ponele) y al final de todo no pudimos encontrar lo que buscábamos. Lo único que quedan son las ganas, terminamos con las manos vacías y sin nada de lo que esperábamos. Y hay que volver a empezar. Con otro proyecto, un nuevo objetivo. Es probable que nos vuelva a suceder, pero ya vamos a saber como reponernos.

1 comentario:

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